domingo, 19 de septiembre de 2010

El Poeta


Camina por las calles iluminado por los faroles,

Su saco largo ondea con el frío viento de Noviembre,

Sus zapatos golpean suavemente los adoquines,

Sus pétreos labios ya no sonríen, no más, nunca lo harán.

Entre esquinas recuerda su Marmolada figura,

Su cabezo castaño cual cascada, Sus dulces labios como llamas de un infierno,

Las velas de las casas, los relojes que dan las doce y su fantasma que danza,

Como quisiera escribirle un poema para inmortalizarla.

Sus ojos como la madera, Sus manos tan suaves como la seda,

Sus labios, Sus piernas, Su cuerpo, Que pecado no nombrarlo!

Sus pies, sus pechos, Su pecado! Blasfemia seria no amarlos

Como un ángel, como la luna.

Quien pudiera la luna hacer trizas! Para ya no verla,

Quien pudiera apagar el sol! Para no sentir su calor,

Mientras el camina con la frente en alto,

Como quisiera no ser un señor ingles.

El era un poeta, Ahora no es más que un alma perdida,

El era un poeta, Ahora no es más que un mártir,

Sus hojas sangran, sus rosas son pura espina,

Quien pudiera la luna hacer trizas!

Desearía que los faroles se apagasen, Los pájaros dejasen de cantar,

El sol no saliera, Su musa dejase de esquivarlo,

Desearía que el poeta pudiera inmortalizar a su amada,

Ojal pudiera su luna hacer trizas!

Desearía el viajante no ser extranjero en su corazón,

Desearía el alama solitaria no agonizar por amor,

Desearía él podérsela cruzar, Para solo besarle los parpados,

Quisiera dejar de escribir con sangre su pecaminoso amor!

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