viernes, 2 de enero de 2009

EL INICIO DE LA LOCURA DEL POETA



POR SIEMPRE.

Entre muebles de colores calidos,

Un cuadro a medio pintar,

Junto a un reloj de pared que solo hace ruido,

Y un dibujo de cuando era chico.

En mi cabeza resuenan tus últimas palabras,

Y no podrías serlo jamás amor,

Esta vez (como siempre) Soy yo,

Y aquí estoy otra vez, buscándote entre las fallas de mi rota conciencia.

En mi cabeza resuenan tus palabras,

Mis ojos piden lavarse, Quiero tanto estar ahí,

Es tan real, Se siente tan bien, Que no se que hacer,

Desearía poder dormir feliz otra vez.

No fue tu culpa, No podrías hacer nada mal,

Solo estoy lastimándote sin saber porque,

Quizás podrías decirlo otra vez,

Mientras miro el cuadro que me aterra.

Dije tantas cosas que no son,

Pero se que te alejo y me da miedo,

Diste todo, Dijiste todo lo que pudiste,

Pero no creo, Es demasiado perfecto,

Y aquí me ves otra vez pidiéndote perdón.

Nunca quise lastimarte de esta manera,

Te deje caer, Te aleje, Y mi conciencia me traiciona,

Nunca podré verte sin sonreírme,

Pero no creo, Es demasiado perfecto amor.

Dije tantas cosas que no son,

Y tus palabras resuenan en mi cabeza,

Nunca mentí al decirte Amor,

Nunca quise lastimarte así,

Ahora quiero decirte por siempre.


OTRA NOCHE ME ENCUENTRA

Otra noche que me encuentra desvelado,

Entre los despojos gritando por una mano,

Entre colillas de cigarrillos y hojas rotas,

Buscando color en lo profundo de mi negro corazón.

Pudiste dar mucho, No diste nada,

Pudiste besarme, Pero como siempre esquivaste,

Te estoy gritando para que des un poco más,

Dame algo o absolutamente nada.

Dame un beso en la frente, Deséame las buenas noches,

Dame un abrazo de bienvenida, Déjame un adiós colgado de la manija,

Dame algo más o absolutamente nada,

Dame por muerto y déjame entre los cuerpos de mis gloriosos momentos mentirosos.

Otra noche que me encuentra durmiendo solo,

Y tú abrazada a él duermes entre sollozos,

Pudiste dar mucho, No diste nada,

Pudimos decir mucho, No nos dijimos nada.

Dame algo más, Dame cualquier cosa o absolutamente nada,

Dame una muestra de afecto y déjame un adiós en el ropero,

Dame una palabra de aliento y clávame un cuchillo por la espalda,

Déjame tirado, Antes de besarme dame por muerto.

Pudiste darme tantas cosas, No me diste nada,

Pudiste ser tanto, Decidiste ser tacaña y ser nada,

Te estoy gritando por algo más que un abrazo,

Dame algo más o absolutamente nada.

Dame un beso en la comisura de los labios y déjame una carta que diga terminamos,

Dame una noche a tu lado, Déjame un te amo muerto en el armario,

Y esta noche me encuentra gritando te extraño tanto amor.


SANGRA EL SOL

El brillo naranja de un sol que se esconde,

Nubes plateadas en un cielo violeta,

Una luna negra entre estrellas muertas,

Sangra el sol en el mar.

Podria estar alli, Podrias estar aquí,

Podrias decir muchas cosas pero no decis nada,

Cada palabra de consuelo le sirve a un alma de mar,

Cada palabra de consuelo para un corazón solitario.

Podria intentar, Podrias dejarte llevar,

Podrias decir muchas cosas, Pero por favor quedate,

Podrias decir muchas cosas, Pero nunca llegara,

El sol sangra en el mar el primer dia primaveral.

Los arboles rebrotan, Las flores nacen dispuestas a marchitarse,

Mientras caen los petalos de un brote sangrante,

Miles de hojas muertas dicen no debes,

Miles de fotos brillantes dicen no trates.

Escucho el grito vacio, Lleno de miedo de mi mente,

Y el sol sangra en el mar y llama la soledad,

Podrias decir tantas cosas, Si solo te quedaras,

Mientras cada palabra vacia sirve de contrapeso a el alma desgarrada.

Metalico ruido de estrellas negras en un cielo tan muerto,

Caen hojas de libros malditos que dicen absolutamente nada,

Podrias decir tantas cosas, Pero quedate, Por favor, Quedate,

Mientras cada palabra vacia sirve de consuelo.

Podrias decir tantas cosas, Si solo estubieras aquí,

Lágrimas como plumas de azulejos despiden mis vacios, Muertos ojos,

Podrias sentarte a leer cada poema escrito para ti,

Podria decir muchas cosas, Solo te pido que te quedes.


SIN TITULO

Decís que cada lágrima de alegría es para mí,

Decís que cada palabra nos acerca más,

Pero a veces siento que esas lágrimas no son lágrimas para mí,

A veces siento que esas palabras no son palabras para mí.

Hay momentos en que miro para otro lado,

Hay momentos en que intento ocultar cada latido,

Dijeron que seria fácil, ¿Entonces porque duele tanto?

Son largas, Largas noches aquí sentado en silencio.

Caminas por un lugar lleno de cosas hermosas,

Decís Que cuando estoy el mundo que ves cada día desaparece,

Decís que cada palabra que escuchas salir de mí te hace vivir,

Cuando no estoy tu mundo vuelve a surgir.

Hay veces que siento que contigo el mundo tiene sentido,

Hay veces que siento que sin ti todo esto duele un poco más,

Dijeron que seria fácil, Cuando callaron al amor,

Pero son largas, Largas las noches en soledad en mi habitación.

Cuando estas viendo para otra lado,

Decís que todo esto es lo que deseas,

Cuando miras al cielo tu cara es de cristal,

Decís que cada palabra que sale de mi pluma llora tu amor.

Hay momentos en que intento entender tu silencio,

Hay momentos en que creo por primera vez,

Dijeron que seria fácil, ¿Entonces porque duele tanto?

Pero son largas, Largas noches de triste alegría.

Hay veces que no quiero estar en otro lugar que no sea aquí contigo,

Decís que a mi lado todo funciona distinto,

Decís que tus lágrimas de alegría son mías,

Pero hay veces que no quiero tus lágrimas, Solo tus alegrías.


UNA DAMA LLAMADA ETERNIDAD


Las calles brillaban bajo una luna roja,

Su vestido ondeaba Como las hojas del sauce,

Su cabello castaño caía como cascada sobre su espalda,

Sus ojos profundos y vívidos como un abismo.

Caminaba con ese paso suave y delicado de un ingles,

Frágil, resplandeciente como una muñeca de porcelana,

Vivaz, atemorizada tomaba por calles tenuemente iluminadas,

Sus pómulos rosados, Esa delicada inocencia propia de una princesa.

Y allí esperaba el, Sentado en el banco de una plaza,

Esos ojos marrones tan muertos,

Blanca, helada, Su tez como la nieve,

Esos labios rojos, Fogosos, Como un sol mañanero,

Luminosa, Fría, Su sonrisa de cristal.

Sus ojos muertos se posaron sobre la dama,

Esa princesa que caminaba hacia su caballero,

El se paro y tomo entre sus manos las de ella,

“Mi brillante luna, mi hermosa dama”.

“Cual firmamento bajar para aliviar tu soledad”

“Esas delicadas manos de artista”

“Quien pudiera dar otra cosa que la vida por estar, caminar a su sombra”

“Desear es una palabra echa a mediada de tu belleza”

Cuan gotas de lluvia lágrimas resbalaban por sus mejillas,

Quebrada por su inminente partir,

“Tantos errores he cometido contigo niña”

“Tanto mal he podido causarte mi pequeña dama”

“Ni todos los rayos del sol pueden dolerme tanto como una lágrima”

“dulce néctar de tristeza Salido de tus bellos ojos”

Su cara helada se volvió triste, Enamorada de lo prohibido,

Con un beso cerro su destino, Y se fundieron en la eternidad.


UNA DAMA LLAMADA ETERNIDAD (ALT END)

Las calles brillaban bajo una luna roja,

Su vestido ondeaba Como las hojas del sauce,

Su cabello castaño caía como cascada sobre su espalda,

Sus ojos profundos y vívidos como un abismo.

Caminaba con ese paso suave y delicado de un ingles,

Frágil, resplandeciente como una muñeca de porcelana,

Vivaz, atemorizada tomaba por calles tenuemente iluminadas,

Sus pómulos rosados, Esa delicada inocencia propia de una princesa.

Y allí esperaba el, Sentado en el banco de una plaza,

Esos ojos marrones tan muertos,

Blanca, helada, Su tez como la nieve,

Esos labios rojos, Fogosos, Como un sol mañanero,

Luminosa, Fría, Su sonrisa de cristal.

Sus ojos muertos se posaron sobre la dama,

Esa princesa que caminaba hacia su caballero,

El se paro y tomo entre sus manos las de ella,

“Mi brillante luna, mi hermosa dama”.

“Cual firmamento bajar para aliviar tu soledad”

“Esas delicadas manos de artista”

“Quien pudiera dar otra cosa que la vida por estar, caminar a su sombra”

“Desear es una palabra echa a mediada de tu belleza”

Cuan gotas de lluvia lágrimas resbalaban por sus mejillas,

Quebrada por su inminente partir,

“Tantos errores he cometido contigo niña”

“Tanto mal he podido causarte mi pequeña dama”

“Ni todos los rayos del sol pueden dolerme tanto como una lágrima”

“dulce néctar de tristeza Salido de tus bellos ojos”

Su cara helada se volvió triste, Enamorada de lo prohibido,

Ella, tan suave y delicada, abrazada a una pesadilla.

El ahí estaba, tan frío y nauseabundo,

Respirando sobre su cuello,

Si se le puede llamar respiración a eso,

Y sus ojos tan muertos.

“Si has de beber, que sea de una vez”

“Quiero que dure por siempre” Le dijo ella,

“Por siempre es demasiado tiempo”

“No puedo condenarte, no puedo lastimarte”

“He de irme, O moriré contigo al amanecer”

“Prefiero morir en tus brazos, En mi templo y refugio”

“Que condenarte a vivir por siempre”

Le dijo apartándola de su cuerpo.

“Mi vida no tiene sentido si no es contigo”

“Mi vida no es más que soledad y agonía”

Le contesto, Ella Secaba sus ojos,

Tan enamorada, tan compenetrada,

Presa de una muerte en vida,

Condenada a vagar En busca de un consuelo a su soledad.

“Tus lágrimas son sagradas, promete que no has de gastarlas”

“Nunca más, nunca más” Dijo sollozando.

“El infierno es el lugar que merezco por no poder estar a tu lado”

“La muerte me llama hace tanto ya”

“Hoy he de partir, feliz por haberte visto sonreír un momento”

“Nunca rompas esa promesa, Que me perdone dios por no haber te amado lo suficiente”

“Que me perdone por haberte echo derramar lágrimas por mi”

“Nunca más, Nunca más he de volver a amar”

“Mi vida esta contigo, y mi tan merecida muerte”

El sol salía, Un hermoso día de verano,

“Me había olvidado lo hermoso que era”

“Me había olvida que se podía amar una vez más”

Y se fue alejando de ella mientras el sol salía,

“Nunca he de olvidarte” le dijo ella mientras el partía,

Y entre las flores se lo veía caer de rodillas,

Pedir perdón y seguir, Preso de la melancolía.

Vio el sol por última vez,

Polvo al polvo tierra a la tierra,

Fue lo último que logro decir.

En ese banco, En esa plaza,

Otra Historia de fantasmas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario